LA VIRGEN SALE A LAS CALLES POR EL 450 ANIVERSARIO
LA PATRONA DE HARO SALE A SUS CALLES POR EL 450 ANUVERSARIO DE LA COFRADÍA
Fue un momento especial, algo que solo se puede vivir cuando es inusual y largamente esperado, después de 23 años nuestra querida patrona, la talla original de la Virgen de la Vega, salía a la calle.
Ya iba siendo hora, la gente lo pedía, pero la Cofradía celosa guardiana de una de las mas bellas tradiciones de nuestra ciudad sabía que no podría ser sin una causa especial. Y es que desde tiempo inmemorial cuando el pueblo indefenso era azotado por alguna desgracia colectiva: Epidemias, incendios, plagas, sequías...., acudía presto a su Virgen de la Vega y con ferviente fe la procesionaba por sus calles, y entonces...... se producía la maravilla, se obraba el milagro: El fuego se extinguía, la epidemia cesaba o el cielo dejaba caer a cantaros la esperada lluvia. Y por eso, nuestros antepasados, conservaron en su magnifico santuario, aquella imagen que era capaz de mover y avivar su fe hasta tal punto que sus fervientes rogativas llegaban siempre hasta el cielo y eran escuchadas; recurriendo así a su presencia en las calles solo para aquellos casos de autentica necesidad. Afortunadamente el progreso humano ha dejado atrás muchos de aquellos terribles azotes que podían arruinar ciudades y diezmar pueblos y cada vez se hizo mas infrecuente recurrir a tal fin a la milagrosa imagen, y así, sin renunciar a esa bella tradición, cimentada en la fe, Haro buscó motivos felices, para sacar, a la calle a su virgen: el congreso mariano, su coronación canónica, su 25 aniversario. Ahora ya necesitados de ver a la Madre de nuevo en las calles la Cofradía de su nombre no podría encontrar mas gozoso motivo que la celebración de su 450 aniversario para procesionar su imagen por la ciudad. Y así la preparo una hermosa carroza, la vistió con sus mejores galas y se dispuso a vivir la emoción única de pasearla en todo su esplendor , entre sus devotos hijo de Haro.
Fue a las 8,30 cuando la carroza empujada por los miembros de la junta de gobierno de la Cofradía apareció en el arco de entrada de la Basílica. Lo que en un principio se había pensado como un mecanismo practico para elevar la imagen tras pasar por el arco de la puerta desató el delirio, la virgen, de repente, se elevo sobre las flores que la flanqueaban, con tal majestad que diriase lo hacia por su propio poder; entonces el gentío que la esperaba irrumpió en aplausos, y al son del himno a la virgen, las lagrimas comenzaron a aflorar hasta de los ojos mas descastados. ¡La madre estaba en la calle 23 años después!.
En las calles como siempre reinaba un gran silencio, roto en intervalos cíclicos por el rezo del rosario que resonaba solemne en las calles, en los balcones llenos de gente y en el corazón de los jarreros, mientras Maria de la Vega, con su antiguo manto de tisú de plata, bendecía desde su carroza las almas de todos sus hijos de Haro.
Y fue en la Plaza de la Paz, allí donde todos la esperaban, donde se desato la emoción, el gentío luchaba con sus sentimientos: una extraña mezcla de pasión desatada y comedido fervor. Cuando la imagen se elevo de nuevo ante el arco del ayuntamiento: no hubo alma que no se encogiera, ni ojos que no llorara, ni voz que no se acongojara. ¡Guapa!, ¡Bonita! ¡Jarrera!... gritaban gargantas anegadas sin apenas fuerza. Los aplausos sustituyeron las imposibles palabras y entonces hubo que cantar, que rezar como todos los años el himno a nuestra Virgen de la Vega, y allí fue la debacle ¡Quien podría cantar por mucho que lo deseara! ¡Como modular aquel entrañable canto cuando todos al rededor sollozaban contagiándose unos a otros!. Fue como aquella jota apenas reconocible que una voz anónima intento entonar cuando la imagen prosiguió su camino hacia la basílica "Quien te trajo a ser riojana" decía sin aliento, "Virgen de la Vega de Haro...." era imposible, jamás canto aquel devoto ciudadano peor una jota ni jamás lo hizo con mayor sentimiento y emoción.
Y por fin la imagen de nuevo entro en su casa , y para no dejar sin asombro la procesión los cielos, que habían contenido la lluvia de un día amenazador durante todos los actos, estallaron en un impresionante aguacero apenas entro en la basílica la última de las muchas autoridades que presidieron la comitiva. Dentro abarrotadas las naves de la iglesia se dejó oír nuevo, ahora mas sosegada, la solemne salve a Ntra, Sra. de la Vega. La gente se fue marchado poco a poco tras recoger su manojo de milagrosas espigas con la impresión de haber vivido una jornada especial e inolvidable, y para todos sus cofrades fue aquella experiencia sin duda el mas bello momento de la celebración del 450 aniversario de la Cofradía. ¡Hasta pronto Virgen de la Vega! .
(Articulo publicado en el boletin de la cofradía el año del 450 aniversario por Miguel Ángel Ibarra Moreno.)