El paso por el manto

TRADICIÓN DE LA PRESENTACIÓN DE LOS NIÑOS A LA VIRGEN 

SU HISTORIA
 

La ceremonia de presentación de los niños, tal como la conocemos hoy, es relativamente reciente, aunque ésta refleja una tradición personal y familiarque debió remontarse mucho mas atrás en el tiempo.

Desconocemos la existencia de documentos sobre la celebración de esta tradición hasta entrado el siglo XX, pero no es de extrañar que la población jarrera, bien cimentada su devoción por la milagrosa imagen de la  Vega  y  siendo en aquella época, desgraciadamente, frecuente la mortandad infantil en los primeros meses de vida, buscara legítimo amparo para sus pequeños bajo el manto de su Virgen Patrona. En aquellos tiempos, ante el peligro de que el recién nacido pudiera morir fuera de la gracia santificante, eran bautizados lo antes posible, bajo la tutela de los padrinos, antes de que la madre pudiera salir de su convalecencia y cumpliera los cuarenta días prescritos por la tradición judía para su purificación.

 

Presentacion niños- Filas de niños, padres y abuelosAsí pues, conforme a lo anterior,  parece que era costumbre conocida, que la madre, una vez repuesta del parto y cumplida la perceptiva cuarentena su primer paseo con el recien nacido era hasta la Basílica de Ntra. Sra. Virgen de la Vega, con el objeto de poner a su hijo recién nacido bajo la protección del manto de tan bondadosa Madre.

Es notorio, a través de testimonios directos, que durante el largo ejercicio de D. José Monroy Zunzunegui (1918-1963) como capellán de la basílica de la Vega, éste, que a la sazón vivía en el mismo edificio, solía acoger con mucho cariño a la  familia que a cualquier hora llamaba a la puerta de la casa de los capellanes solicitando la presentación de su hijo ante la virgen, Tras una breve ceremonia a la puerta del recinto, relacionada con la purificación de la madre, se llevaba sin mas dilación al recién nacido hasta el camarín de la Virgen, donde lo ponía bajo la protección de su manto.

 Esta tradición habitual sufrió un pequeño parón a la muerte  de D. José Monroy el año 1963, ya que una reestructuración en los cargos eclesiásticos que unifico en el cura párroco de Haro la condición de párroco y Capellán de la Vega, modifico notablemente el cometido del entonces  encargado de la Basílica D. Rafael Mínguez, el cual, aunque siguió encantado con la tradición heredada de D. José Monroy, no pudo adaptar su disponibilidad en tiempo y oportunidad al ritmo que requería. Se imponía, pues, buscar una solución para juntar a las distintas familias deseosas de presentar a sus niños ante la Virgen en grupos más amplios y en fechas prefijadas.

Presentacion ante la virgen de un niñoSin que tengamos una fecha exacta de cuando se comenzó la presentación anual de los niños en el formato actual si podemos decir que fue la Cofradía de la Virgen de la Vega la que se encargo de ir perfilando poco a poco la actual ceremonia, fijándose el día 2 de febrero, como el día litúrgico más apropiado ya que en esa fecha se celebra el día de las Candelas (*), la purificación de Ntra. Sra. y la presentación del niño Jesús  en el templo. No existe, como hemos dicho, una fecha concreta que podamos señalar como inicio  esta tradición, aunque en  algún articulo publicado, se ha señalado el 2 de febrero del año 1976 como fecha de partida, a raíz de una disposición del entonces párroco de Haro, y capellán de la Basílica, D. José Luis Olarte Espeso, que proponía a quienes acudieran a la celebración de la festividad: “portar una vela por cada niño de  tipo artístico y de no poder permitirse el gasto una vela normal”. Sin embargo esta disposición no indica que fuera el comienzo de la tradición sino, mas bien, que esta ya llevaba un tiempo realizándose y se buscaba regularizar un poco. Lo que si es seguro es que para 1980, la celebración se había convertido en una tradición popular plenamente  arraigada, ya  que como se reconoce en otro artículo, en dicho año se produjo el día 2 de febrero una gran nevada que amenazaba con impedir a las familias trasladar a sus pequeños hasta la Basílica de la Vega desde el entonces centro de la ciudad, resolvió, pues, la cofradía el incidente contratando los servicios de un autobús local para que, aquella tarde, llevara a los pequeños y sus familias, sin peligro desde la Plaza de la Paz hasta la Basílica. Desde esas fechas la cofradía ha venido organizando año tras año, con notable éxito  este acontecimiento que acoge a varias decenas de niños cercanas al centenar cuando el día cae en fin de semana.

  

LA TRADICION HOY

Dos niñas presentadan ante la VirgenMuchos son los padres y  muy especialmente los abuelos, los que mantienen y sienten de un modo más especial  y emocional esta tradición en la sangre, y acompañan, orgullosos como nunca, a pone a sus queridos hijos y nietos bajo el manto de la amorosa madre de la Vega. En la basílica vemos a los jarreros de siempre, pero también encontramos caras conocidas que hace  mucho no veíamos, especialmente cuando la festividad cae en fin de semana o festivo. Son los jarreros ausentes, que han tenido que salir a trabajar fuera de Haro y que regresan en un emotivo encuentro, a presentar sus hijos a nuestra patrona. No deja de verse tampoco gentes de la comarca, de pueblos vecinos que también  mantienen la devoción y el cariño que de siempre tuvo nuestra comarca hacia la milagrosa imagen de la Vega.

 

A las seis de la tarde se produce un espectáculo singular, que habrá de extrañar a quienes sin conocer lo que sucede pasean por la vega a esas horas de la tarde.  Varias decenas de cochecitos infantiles se dirigen hacia la Basílica, acompañados de sus familiares, revestidos de una especial alegría.  Ya dentro de  la Basílica el ambiente es único y especial, el murmullo es inevitable, algunos niños lloran y contagian su llanto a los demás, pero todos se encuentran especialmente felices por el gran cúmulo de amor y devoción que se respira en el ambiente. La Virgen de la Vega también se ha de encontrar especialmente feliz al cumplirse, con tanto cariño, aquella máxima de un hijo: Dejad que los niños se acerquen a mi. 

La ceremonia es sencilla y breve para apaciguar la impaciencia de los pequeños: A la entrada se reparten unas sencillas velitas entre los asistentes para  poder realizar la ceremonia con una candela en la mano por cada niño.  El abad de la cofradía pronuncia unas palabras de acogida a los pequeños, a sus padres y familiares y se da lectura al evangelio del día (**), que trata precisamente el tema de la presentación del niño Jesús en el templo,  y tras recordar el simbolismo de las candelas como Cristo luz de las naciones y de todas las almas. 

 

Al terminar este acto se invita a los padres, abuelos y familiares más allegados a que vayan pasando poco a poco, con el niño por  el camarín de la Virgen de la Vega. Tras ir  subiendo las estrechas escaleras de granito a cuyo pie un Angel muestra la leyenda “SUBE, CALLA Y REZA, QUE ES TU MADRE” se llega hasta el camarín  donde  los niños son elevados por los sacerdotes hasta la imagen de la Santísima Madre de la Vega, dándoles a besar su manto y poniéndoles bajo su protección.

Lamina de cobre grabados logotiposTras una sesión de fotografías para el recuerdo  los acompañantes junto con el niño se dirigen a la sacristía donde los miembros de la cofradía les ofrecen una reproducción de la antigua lamina de cobre que forma parte de su distintivo y en la que una inscripción con su nombre les recordará el acto vivido y en el que se les nombra aspirantes a cofrade, figura creada para esta oportunidad y que se formalizará cuando a su mayoría de edad puedan elegir ser cofrades de pleno derecho. De este modo concluye esta entrañable ceremonia, tan popular en la ciudad jarrera. 

 

Notas:

(*) Festividad de las Candelas: También conocida como Fiesta de la Purificación de la Santísima Virgen (Greek Hypapante), Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo, observada el 2 de Febrero según el rito latino. De acuerdo a la ley mosaica, una madre que había dado a luz a un niño varón, era considerada impura por siete días. además debía permanecer treinta y tres días "en purificación de su sangre" pero si daba a luz a una niña el tiempo que excluía a la madre del santuario era doble. Al cumplirse el tiempo de su purificación (cuarenta u ochenta días) según fuera niño o niña la madre debía traer al templo un cordeo de un año para el holocausto y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado"; si no era capaz de ofrecer un cordero, ella podía presentar dos tortolas o dos pichones; el sacerdote los ofrecía como expiación y entonces ella quedaba limpia. (Levitico 12:2-8).
Cuarenta días después del nacimiento de Cristo María cumplió con este precepto de la ley, ella redimió a su primogénito en el templo (Números 18:15), y fue purificada por la oración de Simeon el justo, en la presencia de Anna la profetisa (Lucas 2:22 sqq.). Sin duda este acontecimiento, la primer presentación solemne de Cristo en la casa de Dios, era en los tiempos más tempranos, celebrados por la Iglesia de Jerusalén. Esto queda testimoniado en la primera mitad del cuarto siglo por el peregrino de Burdeos, Egeria o Sylvia.

(**)  Evangelio según San Lucas 2,22-40.
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purifiPresentación del niño Jesus en el templocación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor. También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.  Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor. Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo: "Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel". Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecidlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos". Había también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones. Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

Próximas actividades

 

 

Relación de las actividades que se realizarán próximamente.

Incluyendo una relación con el lugar, la fecha , la hora y demás datos de interés para el desarrollo de la actividad.

EL MILAGRO DE LAS ESPIGAS

EL MILAGRO DE LAS ESPIGAS DE CEBADA CON GRANO DE TRIGO

El hecho, dicen que mEspigas del milagro cosechadasilagroso, al menos inexplicable para la Ciencia, ocurría el año 1694, cuando una pobre viuda por intercesión de la Virgen de la Vega, y ante el apremio para abonar unas rentas y teniendo sólo un campo de cebada con el que hacerle frente, a todas luces insuficiente, la Patrona de Haro convierte la cebada en trigo, con que se soluciona el problema de esta pobre mujer. Pero ocurre, y éste es el hecho prodigioso o milagroso, que la espiga sigue siendo de cebada, pero el contenido es de trigo ...,  y lo más curioso e inexplicable aún es que hoy ese trigo se sigue sembrando y germina, nace y crece con espiga de cebada, pero en su interior los granos son de trigo ...
 
LO RELATA EL PADRE ANGUIANO

El gran historiador, Padre Anguiano. relata así el portento:
"...una buena muier de ésta tierra, viuda y cargada de obligaciones, sembró unas tierras que tenía a renta. Sucedió ser corto el año de trigo y no haber cogido para pagar la renta; con todo la cebada le acudió en abundancia. Hallábase falta de medios y no sabía cómo había de remediarse y pagar en trigo el arrendamiento. Era muy devota 'de Nuestra Señora y con gran fe, se encomendó a ella, poniéndose de rodillas hacia su Santa Casa de la Vega, la hizo esta súplica:
- "Bien conocéis, piadosísima Madre y Señora Nuestra, mi pobreza y el atraso que me sigue por falta de trigo. Poderosa sois para remediarme, hacedlo por quien sois y convertirme este montón de cebada en trigo para que yo pague y cumpla con quien debo.,,"
Fue caso notable que apenas acabó su humilde súplica, cuando la cebada se convirtió en trigo. Por este medio remedió la Virgen a su devota y por eso pagó la renta que debía de trigo y quedó para sembrar al año siguiente.
No quiso Dios que tal prodigio quedase oculto por ser en honra de su Santísima Madre y así sucede desde entonces: De donde quiera que se siembre dicho trigo, produce, pero siendo el grano, como lo es, de trigo, la espiga y su hechura por fuera es como de cebada. Helo visto muchas veces y aún sembrado con mi mano. Y en Haro y en su comarca lo conservan muchos piadosos y devotos de la sagrada imagen y usan de él en sus enfermedades..."Multitudinario reparto de espigas tras la procesion

SE PERPETUA EL HECHO

Y ocurre que, ante la creciente demanda de las "milagrosas espigas de la Virgen", especialmente el día 8 de septiembre, fecha de su fiesta, la Cofradía se ha visto precisada de sembrar de este trigo, y el hecho singular  sigue repitiéndose en cada campaña cerealista, puesto que al sembrar de tal trigo, crece y se desarrolla con espiga y apariencia externa de cebada, pero en su interior los granos son de trigo.  Tales espigas son bendecidas en público en el acto de la ofrenda floral que tiene lugar, en la fecha antes indicada en los jardines de la Vega, y se reparten entre los devotos de la Virgen durante el besamanos posterior a la procesión del suntuosísimo rosario de faroles.
 
Ciertamente que a cuantos técnicos agrícolas hemos acudido en demanda de una posible aclaración técnica, ninguno de ellos se explica este fenómeno que sigue repitiéndose desde 1694 (hace más de trescientos años), cuando aquella pobre viuda pidió ayuda y Ella le respondió con este milagro, calificado así por la mayoría y hecho inexplicable para los mas escépticos.

 

Ramillete de espigas en el museo

NOVENA EN HONOR DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LA VEGA


Novena a la Santisima Virgen de la Vega


NOVENA en honor de la Santísima VIRGEN DE LA VEGA PATRONA DE RARO
por D. José Monroy Zunzúnegui
CAPELLÁN DE LA BASíLICA DE NTRA. SRA. DE LA VEGA
Cruz Distinguida de 1ª Clase de San Raimundo de Peñafort
 
A la Virgen de la Vega
PATRONA DE HARO

 

Dígnate, Virgen querida, aceptar este humilde obsequio que te dedico y consagro en bien de las almas; bendícelo y haz que fructifique en ellas, pues esa es la única aspiración que tiene el último de tus Capellanes y que te pide como recompensa a sus trabajos.
El Autor.
 
(ESTA NOVENA ES DONADA POR UN JARRERO A LA COFRADIA DE NTRA. SRA. DE LA VEGA)

INDULGENCIAS
Los Excmos. y Rvmos. Sres. D. Luciano Pérez Platero, Arzobispo de Burgos y los Sres. Obispos de Calahorra y La Calzada, D. Fidel Carda Martínez y D. Abilio del Campo Bárcenas se han dignado conceder 200, 50 Y 100 días de indulgencia a todos los fieles que hagan esta Novena en honra de la Stma. Virgen de la Vega, o recen las preces V. E. G. A. y oraciones impresas al final, rogando por las necesidades de la Iglesia e intenciones de Su Santidad.
 
PRÓLOGO
PIADOSO devoto de Nuestra Señora de la Vega: No busques en las páginas que siguen ninguna pieza literaria: confieso ingenuamente que carezco de dotes para ello y al hacer y dedicar la Novena a nuestra Excelsa Madre de la Vega, sólo he perseguido el objeto de recordar algunos de sus muchos milagros y la protección que tiene Dispensada a nuestro pueblo y devotos, unido al engrandecimiento que ello requiere, y el contribuir con mi granito de arena a propagar y extender su devoción.
Para demostrar tu cariño y gratitud a tan buena Madre, no te contentes con hacer su Novenario una vez al año; te aconsejo que por devoción lo hagas en todas sus Festividades y Misterios y siempre que tengas que interesarla alguna petición o necesidad en la seguridad de que serás atendido.
Bueno será que durante el Novenario, confieses y comulges a lo menos un día, que pudiera ser el último y también será de su agrado hagas alguna mortificación corporal (ayuno, disciplina o cilicio) y alguna limosna en su obsequio; si no consigues lo que pides, no te desanimes, insiste nuevamente y ten confianza abandonándote por completo en sus Divinas Manos y no dejarás de sentir su protección.
Así te lo asegura por experiencia,
EL AUTOR
Haro, 8 Septiembre de 1940 (Año del Pilar) 
 
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA VEGA

Acto de Contrición
Dios y Señor mío: Postrado humildemente ante vuestra presencia soberana, me reconozco, y así lo confieso, por el más vilísimo pecador: una y mil veces me pesa de todo corazón haberos ofendido, pues con ello os he disgustado a Vos y a mi buena Madre la Virgen de la Vega. 
¡Perdón, Señor, perdón! Propongo firmemente nunca más pecar y confiado en vuestra Divina Gracia, espero santificarme en esta vida, para lograr glorificaras en el Cielo. Así sea.
 
Oración para todos los días
¡Santísima Virgen de la Vega! He aquí a tus hijos que confiadamente vienen a implorar tu protección: no lo merecemos, es cierto; pero Tú que eres refugio de pecadores y consuelo de afligidos, escucharás nuestros humildes ruegos y atenderás nuestras peticiones. lnterésalas ante el Padre Celestial en recompensa a los obsequios que te hacemos en este Novenario a tu mayor honra y salvación de nuestras almas. Así sea.
 
Oración para el día primero
¡Oh, Virgen querida! Al contemplar la suntuosa Basílica que te dedicaron nuestros padres y que a través de los tiempos tanto se ha engrandecido, vemos la fe que siempre se ha tenido en Tí; hoy tus hijos venimos a pedirte no permitas desaparezca de nuestros corazones, antes al contrario se acreciente y sea una fe viva, práctica y con obras que aumente nuestros tesoros para la vida eterna. Así sea.
 
(Ahora saludaremos a la Santísima Virgen con las siguientes jaculatorias y Ave Marías)
 
V/ Virgen bendita,
        R/ Escucha a tus hijos.
(Ave María)

V/ Esperanza de los afligidos,
        R/ Atiende a nuestros ruegos.
(Ave María)

V/ Gloria de nuestro pueblo,
        R/ Bendícenos a todos.
(Ave María)
 
V/ Amante Madre,
     R/ No nos abandones.
(Ave María)
 
(Pida cada uno con gran devoción y confianza la gracia que desee conseguir en este Novenario por intercesión de nuestra buena Madre de la Vega).

Oración final para todos los días.
¡Oh, Reina y Madre nuestra! Permite que al terminar tu N avena te pida una gracia especial: eres Reina y Señora de todas las cosas creadas y por tanto Reina del Cielo; pues bien, de todo corazón te pido que antes que te vea cara a cara en tu Reino, ilumines mi entendimiento para que a la manera que se pueda entender en esta vida, vislumbre yo algo de las grandezas de mi Patria y en adelante me considere como un desterrado en el mundo destinado únicamente para las grandezas del Cielo. Sea yo tu fiel vasallo en la vida y merezca que a la hora de la muerte vengas junto a mi lecho a recibir mi alma y llevarla contigo al Cielo a glorificar a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo por toda la eternidad. Así sea.
 
Oración para el día segundo
¡Oh, Madre bondadosa! En tiempos remotos una peste asolaba nuestros campos y Tú generosa Madre, después de bendecirlos hiciste que el insecto que la originaba vendría a morir aquel mismo día a las paredes de tu Santuario; pestes y muy grandes tenemos hoy para nuestras almas en los tiempos calamitosos que vivimos; extiende tu bondadosa Mano, Madre querida, apartando todo género de corrupción y al otorgarnos la gracia de nuestra santificación, concédenos también la de nuestra glorificación contigo en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día tercero
¡Oh, Reina y Madre nuestra! La granada y espigas que vemos en tus manos nos enseñan la unión que hemos de tener contigo en esta triste vida; pero las pasiones que bullen en nuestro corazón son el obstáculo con que contínuamente tropezamos y nos hacen huir de tu regazo como hijos pródigos; únenos a Tí Virgen bendita, sírvenos de faro que ilumine nuestros pasos en todos nuestros actos, para que un día seamos del grupo dichoso que te cante las alabanzas por toda la eternidad. Así sea.
 
Oración para el día cuarto
¡Oh, milagrosa Madre! En un pueblo cercano la justicia humana condenó a la muerte a un pobre gitano; su devoción a tu venerada Imagen hizo te invocara con fe y Tú bondadosa que siempre estás dispuesta a socorrer al desvalido, declaraste su inocencia y perdón: con la misma confianza acudimos a Tí, tus hijos manifestándote el cúmulo de peligros a que está sujeta nuestra existencia con la astucia del infernal enemigo que quiere nuestra muerte eterna: no lo permitas Virgen querida y haz que todos los que te honramos en la tierra, te glorifiquemos en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día quinto
¡Gloriosísima y Santísima Virgen María! Al contemplar tu vida vemos se halla encerrada en dos palabras, oración y retiro: la nuestra es disipación y tibieza. Siendo Tú el ejemplar que Dios nos ha puesto para su imitación y salvarnos, pon remedio a nuestra necesidad; haznos almas de oración y de vida interior, correspondamos generosamente a las inspiraciones de la Divina Gracia y enfervorizados en tu Divino servicio, seamos dignos del premio de los justos en los Cielos. Así sea.
 
Oración para el día sexto
¡Oh, Madre de afligidos! Tu corazón maternal socorrió milagrosamente a una pobre viuda convirtiendo su cebada en rico trigo: a nosotros también estás protegiéndonos constantemente en enfermedades y en cuantos asuntos ponemos en tus bondadosas Manos. Recibe la gratitud de nuestros corazones como recibiste la de la pobre viuda y no consientas correspondamos con ingratitudes; seamos del número de tus buenos hijos en la tierra para lograr ser tus cortesanos en la Patria Celestial. Así sea.
 
Oración para el día séptimo
¡Oh Madre amorosa! Tus milagros y la protección que contínuamente nos dispensas debían atarnos cada vez más a tu protectora Mano; pero el oropel humano nos fascina y lleva lejos de Tí: descorre la venda que cubre nuestros ojos y haz que veamos bajo el prisma de la fe de tu Divino Hijo y siguiendo sus santas enseñanzas, que Tú admirablemente practicaste, seamos tus perfectas copias en la tierra para que merezcamos estar junto a Tí en el Reino de los Cielos. Así sea.

Oración para el día octavo
¡Soberana Señora! A los beneficios generales y particulares de que somos deudores a Dios Nuestro Señor, hemos de unir los innumerables que constantemente recibimos de tu Divina mano; y como al bienhechor le gusta ver el reconocimiento o gratitud de su protegido, no se nos oculta quieres de nosotros una perfecta esclavitud en acción de gracias: recíbela, que de todo corazón te la ofrendamos, y pedimos humildemente nos halles dignos de señalarnos con el sello de tus verdaderos hijos para que el enemigo infernal huya de nuestro lado, hagamos frutos dignos de penitencia, sean nuestras obras de tu agrado y en premio nos concedas el cantar de tus glorias en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día noveno
¡Santísima Madre de la Vega! Hemos llegado al último día de la novena y después de haber recordado algunos de tus milagros y la protección que nos dispensas, réstanos el pedir tu santa filiación: haz ¡ oh Madre querida ! que este pueblo que Tú has elegido, florezca en todo género de virtudes, ejercitándolas como Tú lo hicistes en tu vida mortal y que cada uno de nosotros nos hagamos dignos de Tí; cobíjanos a todos bajo tu Maternal Manto; defiéndenos en todos los peligros y en fin, Tú seas nuestra gloria en la tierra y nosotros la tuya en el Cielo. Así sea.
 
Carta de esclavitud
(para el último día)
¡Amabilísima Virgen de la Vega! En presencia de la Santísima Trinidad y teniendo por testigos a toda la Corte Celestial, os escojo, Señora, por mi Reina y Madre, declarándome humildemente por indigno esclavo y siervo vuestro: os ofrezco y consagro mi cuerpo y mi alma, mis potencias y sentidos, cuanto soy y tengo; y os ruego bendigais mi deseo de imitaras en todas vuestras virtudes. Prometo honraras todos los días de mi vida consagrándoos de una manera especial todos los sábados y fiestas dedicadas a vuestro bendito Nombre, cobijándome bajo vuestro poderoso manto; defendedme del enemigo infernal, señaladme con el sello de vuestra esclavitud y en recompensa de mis humildes servicios en esta vida, concededme sea el último de vuestros esclavos en el Cielo. Así sea.

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